Loyaltogrunge

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martes, 8 de diciembre de 2015

El primero

Buenos días/ tardes/ noches, depende de desde donde me estén leyendo.

Porfin  despues de tanto tiempo vuelvo a subir algo y esta vez desde mi blog. Ya he empezado a editar todas las novelas y me he embarcado en un proyecto bastante interesante con una amiga que subiremos en cuanto estén todos los libros editados y subido aquí en formato PDF, pero hasta entonces les dejo con el primer capítulo de lo que antes conocíamos como "El Playboy es mi mejor amigo" que ahora he titulado "El primero"

Este primer capítulo os lo dejo como el formato del blog ya que no estoy en casa y no puedo hacer un PDF desde mi pobre movil
 





Capitulo 1 


Samantha, eso es lo que pone en mi carnet de identidad, un siempre nombre que me puso mi madre hace más o menos dieciocho años, un nombre que yo aborrezco. Odio que me llamen Samantha, en serio lo detesto más que nada en el mundo así que la gente con la que me suelo relacionar me llama Sam o Samy, pero en serio nunca me llames Samantha.

Hace escasos dos meses cumplí los 18 y pase mis exámenes finales siendo la mejor de la clase por no decir la mejor del instituto. Lo admito soy la persona más empollona sobre la faz de la tierra y no tengo nada de lo que avergonzarme. No soy como esas barbies que solo se preocupan por su talla de sujetador o por quien se meterá por la noche en sus bragas, solo de pensarlo me dan ganas de vomitar, ellas si tenderían que replantearse su vida, a lo máximo a lo que pueden llegar es a ser la mujer de alguien importante al que solo le importe un trasero bien firme, eso sí tienen suerte...

No, realmente nunca he tenido un amigo de verdad, siempre he estado centrada en mis estudios y gracias a ello hoy tomare un vuelo desde Virginia mi ciudad natal, hasta California para comenzar mi primer año en la universidad como estudiante de derecho internacional con unas expectativas muy altas de mi futuro. Siempre ha sido mi sueño, estudiar derecho internacional en una universidad decente y así más tarde poder dedicarme a algún trabajo internacional, tal vez si todo sale bien consiga un puesto en alguna embajada americana o tal vez en la ONU, quién sabe.

Antes de salir del baño me doy un último vistazo de cuerpo entero, tan solo envuelto por una fina toalla de algodón color crema en el espejo del que tendré que prescindir durante los próximos cuatro años de mi vida o incluso puede que mas, una vez termine mis estudios no se si volveré o me quedare o que haré. Se a que me quiero dedicar, pero también sé que mi meta es de lo más complicada y no tengo manera de acceder a ella.

Vuelvo a centrarme en la imagen que se refleja en el espejo. Ante mi parece un chica que no llega a ser bonita del todo, pero tampoco parezco una chica fea. Se que no soy bonita o como alguna de esas rubias altas y flacas. Ciertamente mi pelo es liso de color rubio pero al contrario de ser de estar perfectamente cuidado mi pelo parece haber pasado por un enchufe hace menos de 24 horas, es indomable, puedo intentar plancharlo, rizarlo o taparlo con un gorro lo mismo me da, de alguna manera u otra siempre terminara ingeniándoselas para dar a conocer su verdadero yo. 
Mi cuerpo va por el mismo camino, nunca he tenido tiempo para dedicarme ha hacer deporte por lo que mi cuerpo no es que este muy definido. No soy demasiado delgada, me sobra algo por todas partes pero por suerte cuento con una bonita delantera a la que no le doy mucho uso, definitivamente lo que más me gusta de mí son mis ojos, tengo ese tipo de ojos pardos que son una mezcla de verde azulado con motas de marrón y por si no llamasen por sí solos la suficiente atención tengo a mis preciosas cejas negras que están completamente fuera de lugar.

Para el vuelo decido ponerme un pantalón vaquero de pitillo, una camisa blanca unas botas negras de combate a juego con una chaqueta de print militar, me siento como que me voy a la guerra y ademas quiero causar buena sensación cuando llegue, quizás debería dejar aquí a la chica antisocial y hacer algunos amigos.

Me estoy volviendo loca, que va, que va , tengo que estudiar y sacar buenas notas, de eso se trata la universidad no es un juego de niños, la universidad tiene el poder de definir mi futuro y no puedo jugármela y empezar a pensar en fiestas de fraternidad y beber cerveza de barril. Mi prioridad es estudiar, el resto para mí es secundario, no tiene ninguna importancia.

¡Sam, cariño date prisa o perderás tu vuelo amor! - grita mi madre desde la planta baja de la casa. Ella es lo único que voy a extrañar de Virginia el resto que hay aquí me da igual, no tengo ningún lazo sentimental con cualquiera de las cosas que me rodean a parte de mi madre, nunca he sido una persona muy sentimental después de todo. Tristemente me crié sin padre, el único recuerdo que tengo de él son unas cuántas fotos familiares de cuando yo apenas tenía un año. Desde que tengo uso de razón mi madre me contó que mi padre había muerto durante la construcción de un edifico y por lo tanto hasta mi mayoría de edad mi madre cobraba una paga mensual extra que nos ayudaba con los gastos de mis estudios, pero ahora que he cumplido la mayoría de edad mis estudios se pagarán con una beca y el apellido de mi padre no lo usare solo para cobrar una paga, si no en seña del amor que siento por el hombre que nunca llegue a conocer.


!Ya voy mama¡ - cojo mis dos maletas, mi bolso de mano y bajo cada peldaño de las escaleras con el mayor cuidado posible para intentar no romperme la crisma antes si quiera de empezar mi viaje. Las maletas deben de pesar casi 40kg lo que significa que es casi un milagro que este consiguiendo hacer este inmenso esfuerzo sin haberme partido en dos aún... Si, no soy ese tipo de chica que hace deporte todos los días, no por pereza si no porque simplemente nunca me ha llamado la atención eso de sudar como una cerdita.


- Cariño voy a echarte tanto de menos - me dice mi madre mientras me abraza a punto de ponerse a llorar, genial es ese momento demasiado tierno para mi gusto, justo el que me faltaba, ahora si que corro el riesgo de perder mi vuelo - cuídate mucho bebe, estudia y haz algún que otro amigo incluso un novio si puede ser - comenta riéndose intentando suavizar la tragedia que ella misma esta causando. Yo por mi parte solo asiento a la vez que finalmente las lágrimas empiezan a salir de sus ojos. No por favor no te pongas a llorar ahora mama si no me iré un poco triste, bueno más bien demasiado triste yo terminaré llorando a más de cien metro por encima del suelo - Estoy tan orgullosa de ti bebe. - se sorbe los mocos y acaricia mi mejilla ala vez que intenta contener la nueva oleada de lagrima que puedo percibir en sus ojos brillantes - Bueno la parte positiva de esto es que ahora hay mas helado para mi en las noches de American Horror Story - por fin una sonrisa.

- Y yo mama, yo también te quiero - Es lo único que logro decir. No me gustan las despedidas, no son lo mío y nunca he sabido que decir. Le doy un último abrazo y salgo por la puerta para encontrarme de bruces con el taxi que me llevara al aeropuerto, ella tristemente tiene que ir a trabajar lo que significa que esta será la última vez que la vea antes de las vacaciones de navidad cuando venga ha hacerle una visita. Aún no me he marchado de casa y ya estoy pensando en volver con ella, después de todo es lo único que conozco.


*****

Durante las tres siguientes horas de mi vida todas mis preocupaciones son comenzar a leer los libros de mis nuevas asignaturas y dormir. A mi lado se encuentra uno d esos turistas babosos que se dedica exclusivamente a comer con la boca abierta de tal manera que un 30% de la comida salía disparada en todas direcciones. Además para colmo, el pasajero de atrás un padre con su hijo de tan solo seis años no paraba de darme patadas en el asiento lo cual hace que mi estancia en el maldito avión sea de todo menos confortable. Finalmente a esas horas interminables tuve que añadir dos horas en taxi para llegar a la universidad la cual parecía mas inmensa de lo que era en las fotos que había visto en la página de universidad.

- Son $15 - me dice el taxista con una gran sonrisa al pararse en frente de la gigantesca puerta de hierro que paso a un campus teñido de césped verde y edificios de piedra blanca que con el paso del tiempo se han ido desgastando.

- ¿tan poco? - le respondo mientras deposito el dinero en su mano, ese dinero que había ahorrado durante tantos años trabajando todas las tardes  como camarera en la cafetería  Barnies para cuando llegara este momento.

- Para las chicas bonitas si - responde el conductor guiñándome un ojo descaradamente. Creo que ese hombre es demasiado mayor para mi, es decir debe de tener como el doble de mis años, puede que no los suficientes como para ser mi padre pero si como para ser mi tío...

- oh - es lo único que soy capaz de formular y me sonrojo notablemente lo que parece producir un efecto satisfactorio en el taxista. 

"definitivamente es demasiado mayor para ti Sam" comenta mi subconsciente sentada en una mecedora de madera tejiendo una especie de bufanda de punto. Genial, me he vuelto una vieja gruñona antes de los sesenta, en el fondo, puede que siempre lo haya sido, es decir nunca he tenido esa faceta adolescente de revelarme contra mí mande, dejar de estudiar u otra cosas, más bien siempre he sido una persona extraordinariamente bien disciplinada. 

Rápidamente cojo las maletas del maletero del coche intentando prescindir de la ayuda del taxista y me alejo lo más rápido que puedo de ese hombre. El hecho de que me haya hecho un cumplido siendo mayor que yo no es lo que me incomoda, es simplemente que no estoy acostumbrada a este tipo de cosas y no sé cómo encajarlas, me hace sentir incomoda, que pierdo el control y eso no me gusta.

Camino hacia la recepción del campus en busca de la llave de mi nuevo dormitorio y mi horario del siguiente trimestre cuando tropiezo con un pie y me caigo de bruces al suelo. Literalmente beso el maldito suelo. No puedo salir de mi shock, he besado el suelo y ni siquiera llevo más de un minuto en este maldito campus. ¿Dónde quedaron las entradas con el viento en la cara eh? Claro eso era demasiado pedir, yo tenía que quedar desde el minuto uno como una auténtica idiota sin equilibrio.

!Auch¡ - gritó una vez estoy en el dichoso suelo. Me gustaría poder haberle pegado un simple puñetazo al idiota que me haya tirado, pero estoy demasiado concentrada en evaluar los daños. Lentamente palpó la zona en donde me he dado intentado descubrir si mañana me encontraré un bulto ahí, pero creo que por el momento sobreviviré.

deberías de mirar por donde vas preciosa - sin ni siquiera levantar la mirada se que me he debido de topar con el típico gilipollas, cerdo egocéntricos de turno. Esto es lo último que me faltaba para empezar perfectamente bien mi primer día en la universidad. ¿Por que todo me tiene que pasar a mi eh? Dios mio, quien quiera que este por ahí arriba tiene que estar conspirando seriamente contra mi para que me pasen todas estas cosas. ¿Por que yo no tengo un angel de la guarda que me ayude? Yo soy buena, me esfuerzo en todo lo que hago y aún si me pasan estas cosas a mi.

- lo mismo te digo idiota - ¡que sepa que no te intimida Sam! Me anima mi subconsciente - para tropezarse con alguien se necesitan dos - digo levantándome del suelo mientras intento poner mi ropa en orden.

espera ahí... yo te conozco - dice sorprendido de repente mirándome fijamente y yo niego con mi cabeza, debe de haberse dado en la maldita cabeza o directamente no viene con cerebro incorporado - !Samy, eres tu¡ - medio exclama y pregunta. me siento completamente desorientada ¿como es que ese playboy se sabe mi nombre? - ¿enserio que no te acuerdas de mi? Soy Nate, vivíamos en la misma calle hasta que cumplimos los 11 años y me tuve que mudar aquí con mis padres - me explica y millones de recuerdos inundan mi mente, o mas bien millones de recuerdos borrosos ya que solo entiendo parte de lo que dice. Espera un momento, Dios mío, ¿este es realmente Nate? En mi mente yo recordaba a un niño regordete de ojos marrones con el aparato dental y ahora tenía a una especie de modelo ante mis narices que estaba para... Controla tus hormonas Sam, en serio tienes que controlar tus hormonas céntrate en algo banal como el cuadro que está pintando el chico de ahí enfrente o yo que se pero céntrate en algo que no sea ese d¡sedoso pelo caoba o su sonrisa blanca... ya me estoy perdiendo otra vez. ¿Por donde estábamos?

- ¿De verdad que eres Nate? - le pregunto confusa y algo dudosa intentando ver los resto del niño que una vez conocí pero no encuentro ni rastro de ellos, lo único que consigo ver es un chico alto y guapo  - es decir te recuerdo como un niño gordito con aparato dental y las gafas de pasta negras y yo que se era el típico nerd cuyo coeficiente intelectual pasaba la media de clase no era nada de lo que tengo delante de mi y sobre todo no era...

Si, te juro que soy yo Sam, solo sustituí las gafas por lentillas y mi aparato dental desapareció dos años después de dejar Virginia y sigo siendo el mismo nerd pero más popular y guapo y perfecto. - y con un ego mas grande que tu cabeza pienso  - Por Cierto tu no has cambiado nada. - ahora si que mi mandíbula estaba tocando el suelo con una gran O formada en mi boca, según él, yo seguía siendo la misma chica de diez años que dejo en el pasado. Ósea vale sé que no soy muy guapa, nada en mi llama la atención pero básicamente me acaba de llamar niña chica en lo que se refiere al aspecto físico. ¿Co se supone que tengo que encajar eso? 

- oh - es lo único que consigo decir, no he decidió si eso es bueno o malo y el se ha debido de dar cuenta por la mueca en mi cara. A muchísimas mujeres les encantaría que le dijesen que aparentan menos edad de la que tienen, pero supongo que esas mujeres por lo general tienen como cincuenta años mas que yo y no se encuentran ante dioses griegos. La vida puede ser cruel.

- ¿ En que carrera estas ? - me pregunta como para intentar cambiar el tema de conversación en el que el mismo nos ha metido. De pequeños supuestamente éramos algo así como los mejores amigos y ahora somos perfectos desconocidos, que irónico, las vueltas que da la vida. Puede que el chico que tengo en estos momentos delante de mi sea el único amigo que he tenido, uno que se fue hace muchos años y uno que aparece de la nada y hace que me dé de bruces contra el suelo, en el sentido más literal de la frase.

Escogí derecho ¿ y tu ? - intento ser simpática, pero este no es el mismo Nate, solo tiene su cerebro, supuestamente, nunca he conocido a un chico guapo e inteligente, por lo general eso sería el hombre perfecto pero queda probado que no existe tal cosa como esa y que es algo así como una leyenda urbana o simplemente un ser mítico que se extinguió hace miles de años si es que alguna vez realmente existió.

- ¡Lo mismo que tu! - exclama aparentando estar contento - Volveremos a pasar un montón de tiempo juntos eh jajajaja como en los viejos tiempos. - dice emocionado y yo no se como digerirlo ya que esto me parece un poco surrealista. Ósea no le he visto en años y ahora voy a tener que estar con él casi que toda la semana.

- Uh...si, eso parece - digo algo incomoda - bueno tengo que irme, quiero instalarme y necesito mi horario y las llaves de mi cuarto y ha sido un largo día y bueno pues como que ya te veré por ahí. - digo rápidamente con una falsa sonrisa tiñendo mi cara de niña como el dice. Necesito salir de este momento tan incomodo lo antes que pueda.

- oh si por supuesto te estoy abrumando, lo siento Sammy, bueno hablamos cuando quieras para ponernos al día llámame - y justo cuando estoy a punto de decirle que no tengo su numero me da un papel con este apuntado. 

Wow si que va bien preparado para cualquier Barbie zorra que pueda aparecer, bonito gesto que desperdicie el papel conmigo, aun que claro seguramente tenga unos cuantos como esos en su cartea al lado de los condones. Un hombre tiene que estar preparado para todo lo que pueda pasar.

Si claro - digo sonando irónica, obvio que no le voy a llamar a este cretino - hasta que nos veamos en clases Nate - me despido y sigo mi camino hacía le recepción esperando no volver a ser interrumpida en el día de hoy.

De camino a la recepción me doy unos segundas para llamar a mi madre e intentar hablar con ella, aún que es más que probable que no responda, después de todo si no recuerdo muy mal hoy tenía una reunión. Sacó el móvil del bolsillo de mi chaqueta y marcó su numero. 

Un tono

Dos tonos

¡Samantha - responde mi madree al otro lado de la línea y su tono de felicidad solo consigue arrancarme una sonrisa - ¿Ya has llegado a la universidad? ¿Va todo bien? ¿Has conocido a tu nueva compañera? 

Hola mamá - la interrumpo intentando poder hablar - Si. Si. No. - ambas reímos a carcajadas a la vez. - Aun no he llegado a la recepción así que no tengo ni la más mínima idea de quién será mi nueva compañera de cuarto. De todas maneras te acuerdas de Nate El Niño que se fue cuando tenía más o menos once años o algo así, nuestros vecinos...

¡Si! Si mal no recuerdo erais mejores amigos o algo de eso, su madre era muy simpática, una pena que se fueran. ¿por qué me lo preguntas? 

Me lo acabo de encontrar en la universidad y como si no fuese poco vamos a cursar la misma carrera - en el fondo la idea de pasar tiempo con él la verdad no me desagrada del todo, no puedo negar que me atrae un poco pero solo quiero admirarlo, no quiero implicarme ni de lejos en una relación, además un chico como él nunca saldría con una chica como yo. 

¿Sam? ¿Sigues ahí? - oigo a mi madre llamándome por la otra línea 

Eh si perdona ¿qué decías? - intento recomponerme y centrarme en la conversación con mi madre. 

Te decía que como ha sido el reencuentro - 

El reencuentro genial... Digo horrible me he caído de bruces en el suelo y no le había reconocido, ya no lleva gafas ni aparato dental y la verdad es que es bastante atractivo, no se parece en nada al antiguo Nate. 

Suele ser lo que pasa cuando creces Sam, te desarrollas, cambias descubres cosas nuevas etc etc etc - 

Bueno pues según Nate yo no he cambiado en nada - digo volviendo a un estado de animo más bien negativo, el hecho de que piense que no he cambiado en nada en el fondo me afecta. 
bueno tal vez sea una de esas frases que se dicen cuando una no sabe qué decir - 

¿Cómo la que me acabas de decir? - preguntó intentando suavizar la situación tan rara en la que nos encontramos

Oye cariño te llamo después que tengo una reunión bastante importante ahora y el maldito proyector no funciona para variar... 

¿Has probado a darle al interruptor que está en la parte de abajo? - por la otra línea escucho como mi madre le pregunta a algún compañero que sí ha hecho lo que le he dicho

- Eres mi salvación. Luego te llama - dice y sin esperar una contestación por mi parte me cuelga. Hablar con mi madre es tan relajante, después de todo siempre me pone de buen humor hablar con ella.

Me meto en la oficina Forrada por muebles de madera y cuadros de paisajes, incluso hay una imitación de un Picasso. Poco a poco me voy adentrado en la recepción encontrándome a mi paso con una gran multitud de estudiantes en grupo que probablemente han salido de alguna clase. 
Cuando llegó la recepcionista es una de esas Barbies plásticas que tanto odio, aun que para mi gran sorpresa finalmente resulta ser una chica muy simpática que esta haciendo practicas en la universidad de la que se acaba de graduar, menos de un día aquí y ya he congeniado con dos personas mi madre se sentiría muy orgullosa de mi... vale parezco una autentica friki que no se ha relacionado con nadie en su maldita vida.

- Buenos días, soy Samantha, Samantha Hamilton, vengo a por mis llaves y mi horario - digo seca y rotundamente

- Claro cariño, te estaba esperando - ¿como que me estaba esperando? estoy apunto de preguntar cuando vuelve a tomar las palabras - no te preocupes no hay ningún problema, es solo que tu perfil es increíble y no tienes pinta de ser uno de esos clones rubios que tanto abundan en esta universidad así que yo misma te asigne una compañera perfecta para ti con el parecía más parecido posible. De nada - dice antes de que pueda contestarle

- Oh - es lo único que logro decir habiéndome quedado completamente fuera del juego - muchas gracias, eso es muy bonito por tu parte - sonrío, es lo único que puedo hacer 

no te preocupes, en realidad soy como tu solo que me gusta arreglarme y no me gustó cuando me pusieron con una compañera Barbie así que intento ahorrarte problemas. Tu compañera es de segundo año pero bueno seguro que serán grandes amigas. - saca un pequeño mapa del campus y con un boli empieza a trazar una línea - veras estamos aquí y tú habitación es la 335 si sigues este pasillo por el campus encontraras un ascensor, pulsa el piso cinco y sigue las señales. Cualquier cosa ven aquí y pregúntame sin dudarlo, ah y Bienvenida a la UC BERKELEY !!! - exclama ella emocionada esto tiene pinta de ser duro.

Salgo de la recepción de vuelta a los campos del campus e intentó descubrir las direcciones que me ha dado la chica de antes. Hecho un rápido vistazo y veo el pasillo que me ha indicado la secretaria en prácticas, me desespero al ver todo el camino que me queda por recorrer cargando con estas pesadas maletas de las que parece que no me podré deshacer nunca en la vida.

Camino fijándome en todos los alumnos que puedo, tal vez alguno de ellos sea compañero de clases, o puede que coincidamos y nos hagamos amigos, la verdad es que no tengo clara ninguna de estas cosas. Solo sé que esto es el comienzo de algo nuevo y no puedo esperar a leer el desenlace de mi libro. Siento como una nueva chica se hace paso a través de mi, como si me quitase una carga de encima, ahora puedo ser quien yo quiera, puedo empezar una nueva faceta de mí misma, continuar como he sido hasta ahora o simplemente combinarlo todo y ser quien nunca creí que pudiese llegar a ser.

Desde mi punto de vista los finales no existen, que terminase el instituto solo significaba el comienzo de la universidad y que dejase a mi madre atrás solo significa que estoy empezando a independizarme. No existen los finales, hasta que morimos solo existen los nuevos comienzos. Cada etapa representa un comienzo que finaliza con uno nuevo. La vida fluye de tal manera que estamos en constante evolución y en estos momentos no hay nada que pueda parar la mía. Estoy en una ola que solo acaba de empezar. Esto es lo que siempre he querido y aún que se que para el resto del mundo es algo completamente trivial e insignificante no puedo parar de sonreír como una idiota con tan solo pensar en lo que tengo por delante.


Si, voy a echar de menos a mi madre, las tardes trabajando en Barnies a la vez que memorizaba las formulas de matemáticas. Voy a extrañar esos viernes por noches de American horror Story sentada en el sofá de cuero blanco junto a mi madre. Pero eso es todo, miro al pasado y no puedo evitar pensar en las cosas que dejó atrás, no soy de hierro, soy humana y tengo sentimientos pero a pesar de ello pienso en el presente en lo que puedo tener y en lo que conseguiré.

sábado, 28 de noviembre de 2015

La esperada vuelta

Hola a todos los lectores, hola a los nuevos lectores que se unen a esta aventura y también a aquellos que llevan conmigo desde hace un año.

Hace exactamente por estas fechas me creaba mi primera cuenta en wattpad donde publicaba mi primera historia "el playboy es mi mejor amigo" hoy me creo este nuevo blog para seguir con todas esas historias que me rondaban la cabeza, pero esta vez será diferente. Comenzare a subir mis libros desde aquí pero en formato puf con contenidos nuevos y títulos nuevos ya que después de haberme releído mi propia obra varias veces he quedado un poco descontenta.

En este mi blog subiré los libros una vez estén completos en formato PDF y bueno espero que les encante como me encanta a mi escribir!

Atentamente una escritora renovada!

No olviden seguirme en mi cuenta de Twitter @andreamujcaa y en Instagram @Andrea.gmx
Y aún que ya no suelo publicar nada por wattpad aquí les dejo mi link: https://www.wattpad.com/user/loyaltogrunge
Nos vemos pronto! XOXO